Dianeris Nieves
El Puerto Rico Foodies Fest, celebrado en la Plaza de la Independencia, fue un espectáculo culinario que capturó la esencia de la diversidad gastronómica de la isla. Durante dos días, el 8 y 9 de junio, los asistentes se sumergieron en una aventura de sabores y experiencias que trascendieron lo ordinario.
Día 1: Una Celebración de Sabores El sábado, la plaza se convirtió en un mosaico de aromas y gustos. Los visitantes disfrutaron de una selección de sabores locales e internacionales, explorando la riqueza de la cocina puertorriqueña y descubriendo platos de todo el mundo. El mercado de “makers” ofreció una variedad de creaciones artesanales, mientras que los mixólogos presentaron cocteles innovadores que encantaron a todos. La música de Banda Zorro Viejo y A Son de Guerra añadió un ritmo festivo que invitó a la danza hasta el ocaso.
Día 2: La Fiesta Continúa El domingo, la energía vibrante se mantuvo con actuaciones de Grupo Ynnovación y un emotivo Tributo a Juan Gabriel. La música en vivo, combinada con más degustaciones exquisitas, creó momentos memorables para los asistentes. Las entradas VIP y generales permitieron a los entusiastas de la comida disfrutar de una experiencia más íntima y exclusiva.
El festival no solo fue una plataforma para deleitar el paladar, sino también un motor económico para los negocios locales. Con más de 50 estaciones de comida, el evento destacó la diversidad gastronómica de Puerto Rico y proporcionó una oportunidad única para que los propietarios de restaurantes y otros negocios de comida conectaran con nuevos clientes.
La animación del evento estuvo magistralmente dirigida por Saritza Alvarado y Carlisa Colón, quienes con su carisma y energía, mantuvieron el ambiente alegre y dinámico.
En resumen, el Puerto Rico Foodies Fest fue más que un evento culinario; fue una celebración de la cultura puertorriqueña, un encuentro comunitario donde la comida y la música se unieron para crear una experiencia inolvidable. Para aquellos que no pudieron asistir, las redes sociales y las plataformas digitales como dianeris.com ofrecen una ventana a la magia que se vivió, asegurando que el espíritu del festival perdure hasta la próxima edición.
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