La sexta gala de Objetivo Fama celebrada este pasado sábado en el Centro de Bellas Artes de Caguas se convirtió en una velada inolvidable, cargada de emociones, recuerdos y momentos que quedarán grabados en la memoria de todos los presentes y de quienes siguieron la transmisión a través de Telemundo Puerto Rico y Estrella TV en Estados Unidos, una noche que desde mucho antes de comenzar ya estaba marcada por la expectativa y la ilusión de ver a los concursantes de esta nueva temporada unirse en duetos con ex participantes y ganadores de ediciones pasadas, en un encuentro generacional que prometía magia y que terminó superando todas las expectativas.

Desde que se anunció la dinámica, el público esperaba con ansias la fusión de voces, estilos y trayectorias, pero también la nostalgia de revivir a aquellos artistas que habían nacido frente a las cámaras de este mismo escenario y que ahora regresaban para tender la mano a quienes sueñan con construir una historia propia. A la expectativa se sumaba la presencia de Fernando Allende como invitado del jurado, una figura internacional de la música y la actuación que en el año 2004 había sido parte del jurado de la primera edición de Objetivo Fama, y que ahora volvía para aportar su mirada crítica y a la vez paternal, en un regreso que se sintió como un tributo a la trayectoria del programa y al camino recorrido durante tantos años.

Fueron cerca de las 6:45 de la tarde cuando, en el vestíbulo del Centro de Bellas Artes, el público tuvo su primer regalo de la noche al encontrarse con varios de los ganadores y finalistas de temporadas anteriores que acudieron a firmar las imágenes que adornan las paredes y que cuentan, como un mural viviente, la historia de Objetivo Fama. Allí estuvieron Janina, ganadora de la primera edición en 2004, sonriente y llena de la misma dulzura que conquistó al público en sus inicios; Juan Vélez, querido y admirado por todos como ganador de la quinta temporada en 2007.

Cristina Eustace, recordada por su potente voz que la llevó a coronarse campeona de la tercera edición en 2008; Fabián Torres, el más joven del grupo, último vencedor en 2009, que regresaba para revivir esa euforia que lo catapultó a la fama. A ellos se unieron Víctor Santiago e Iván López, ex participantes que, aunque no obtuvieron el primer lugar en sus respectivas ediciones, han seguido cultivando carreras y una relación cercana con el público. Aquella firma de recuerdos se convirtió en una antesala emotiva, con los artistas compartiendo sonrisas, abrazos y fotografías con los asistentes, recordando sus años dentro de la competencia y transmitiendo un entusiasmo contagioso que anunciaba que lo que vendría sería grande.

El escenario se iluminó para recibir a “Las Estrellas”, como llamaron a los ex participantes y ganadores de pasadas ediciones, quienes interpretaron el clásico tema “Color Esperanza”, una canción que en años anteriores se había convertido en símbolo y en himno no oficial de Objetivo Fama, y que al sonar nuevamente en las voces de aquellos que ya habían vivido esta experiencia, resonó como un eco de esperanza y unión. Al poco tiempo, se incorporaron a la interpretación los concursantes de la temporada actual, y entonces el escenario se convirtió en un mosaico de generaciones, con todos los artistas tomados de la mano, sonriendo y entregando una fuerza colectiva que puso a los presentes de pie. El público se unió a cantar, y en ese instante la emoción era tan intensa que muchos no pudieron evitar las lágrimas. Fue el inicio perfecto, la confirmación de que esta gala estaba destinada a ser una celebración de la música, de los sueños y de la historia compartida entre artistas y fanáticos.

Los duetos arrancaron con fuerza y sensibilidad con la presentación de Sheila junto a Christian, quienes interpretaron “Buenos Amigos”, un tema popularizado por Selena y Álvaro Torres que exige complicidad y un dominio vocal lleno de matices. Desde el primer acorde, se sintió la conexión entre ambos, sus voces se entrelazaban con respeto y entrega, y el público respondió con aplausos que parecían no querer terminar. Ana Isabelle, miembro del jurado, no dudó en otorgarles el primer “Glorioso” de la noche, reconociendo el nivel de interpretación y la manera en que lograron emocionar a todos los presentes.
Sin embargo, Roberto Sueiro, con su estilo crítico característico, tuvo una opinión distinta y dirigió unas palabras especialmente a Christian, exhortándolo a seguir trabajando para encontrar su propia voz y a evitar caer en la tentación de sonar demasiado parecido al intérprete original. Esa diferencia de opiniones entre los jueces no opacó el momento, sino que lo enriqueció, pues demostró que el desempeño de los concursantes es capaz de generar discusión y análisis, un signo inequívoco de que lo que ofrecen en escena no pasa desapercibido.

El siguiente dueto trajo uno de los momentos más emotivos de la velada: Dionisio se unió a Fabián Torres, el último ganador de Objetivo Fama, para interpretar el tema “Si Tú Me Amaras”. Desde el inicio, la química entre ambos fue palpable, y la canción se convirtió en un diálogo de sentimientos que tocó el corazón de todos. Al culminar la interpretación, Fabián, en un gesto cargado de simbolismo y orgullo, entregó a Dionisio la bandera de Puerto Rico junto con la bandera de Orocovis, gesto que provocó una ovación atronadora y que reafirmó la conexión de la música con las raíces y la identidad cultural. El público no pudo contener las lágrimas ni el aplauso prolongado, y Roberto Sueiro, visiblemente conmovido, otorgó el primer “Soberbio” de la noche.
La gala continuó con una dosis de fuerza femenina gracias al dueto de Gala y Taishmara, quienes interpretaron “Mi Mayor Venganza” de La India. El tema, exigente tanto vocal como interpretativamente, fue asumido con coraje por ambas concursantes, que lograron transmitir la potencia y la pasión de la salsa en un escenario donde cada detalle cuenta. La energía de ambas encendió el ambiente y dejó en claro que las voces femeninas de esta temporada están dispuestas a dejar huella.
El turno fue entonces para Valente, quien compartió escenario con Iván López para interpretar “Me Vas a Extrañar” de Pepe Aguilar. Desde el primer momento, la interpretación estuvo cargada de sentimiento y de una melancolía genuina que caló hondo en el público. El jurado destacó la calidad vocal de Valente, y Ana Isabelle, siempre cercana y motivadora, lo invitó a reflexionar sobre su camino artístico y a pensar en qué pasos dará a futuro para seguir creciendo, pues en él veía un potencial que apenas comienza a descubrirse.

La nostalgia continuó cuando los ex participantes de la cuarta temporada, Iván López, Juan Vélez y Víctor Santiago, se reunieron para interpretar “Cuando Acaba el Placer”. Esta presentación no solo fue un reencuentro musical, sino también un viaje al pasado que el público agradeció con entusiasmo, coreando cada palabra y celebrando el regreso de esas voces que marcaron un capítulo importante de la competencia.
La noche se tornó bailable con el dueto de Noelyz y Rafael, quienes sorprendieron con una versión en bachata del tema “No, No, No” de Thalía y Romeo Santos. La química en escena fue evidente, y la pista del teatro se llenó de energía mientras la audiencia acompañaba con palmas el ritmo contagioso. Ana Isabelle reconoció el esfuerzo de ambos y resaltó el regreso de la fuerza interpretativa de Noelyz, diciendo que había vuelto a ver a “la fiera de la primera gala”, mientras que a Rafael le aconsejó no olvidar nunca que, además de cantar, está frente a un público que necesita sentir su conexión.

El momento de la balada-rock regresó con Ariana, quien tuvo la oportunidad de cantar junto a Janina, la primera ganadora de Objetivo Fama, el tema “Hacer el Amor con Otro” de Alejandra Guzmán. Desde los primeros compases, la entrega fue total y la interpretación se elevó con una perfección técnica que Roberto Sueiro reconoció de inmediato, destacando que había sido un número impecable, de esos que marcan un antes y un después en la competencia.

La velada continuó con Santiago y Andrea, quienes interpretaron “Solamente Tú” de Pablo Alborán, un tema que requiere sensibilidad y delicadeza para transmitir su esencia. Sueiro reconoció el progreso de Santiago, quien poco a poco ha ido consolidándose como uno de los concursantes de mayor crecimiento, destacando la intensidad y la evolución de su desempeño.
Más adelante llegó el turno de Alexis y Gustavo con “El Amor de Su Vida”, éxito de Grupo Frontera y Grupo Firme. Aunque Alexis fue elogiado por Sueiro, quien dijo que estaba “como pez en el agua” en ese escenario, Gustavo no recibió las mejores críticas debido a que al inicio de la canción tuvo un pequeño tropiezo al olvidar parte de la letra, detalle que no pasó desapercibido para los jueces. Sin embargo, la interpretación logró levantarse y terminar con fuerza, demostrando que en el escenario también se mide la capacidad de resiliencia.

Uno de los duetos más esperados de la noche llegó con Vicky y Cristina Eustace, quienes se unieron para interpretar “Gata Bajo la Lluvia”, clásico de Rocío Dúrcal. La expectativa era enorme, y ambas lograron ofrecer una presentación intensa y cargada de emociones. Ana Isabelle otorgó el segundo “Glorioso” de la noche, mientras que Sueiro, aunque reconoció el talento de Vicky, le señaló que no se había “vivido la música” con la misma intensidad que Cristina, cuyas interpretaciones siempre están llenas de dramatismo y entrega. Fernando Allende, por su parte, expresó que este dueto quedará para la historia del programa, destacando la fuerza de ambas voces en un tema tan emblemático.

Luego fue el turno de Kevin y Miguel con “Mi Princesa” de David Bisbal, quienes conmovieron profundamente a la audiencia. Ana Isabelle confesó haberse sentido tocada por la interpretación, mientras que Sueiro destacó que estuvo “cerca de la perfección” y Allende, con su mirada internacional, los invitó a cuidar la dicción para que cada palabra se entendiera con claridad.
La última participación de la noche estuvo a cargo de Yancy junto a Juan Vélez, quienes interpretaron “Devuélveme la Vida”, un tema que exige desgarro vocal y entrega absoluta. Ana Isabelle reconoció la fuerza de la presentación, aunque aconsejó que en ocasiones “menos es más” en términos vocales, para no perder la delicadeza de ciertos pasajes. Fernando Allende aplaudió la entrega y lo catalogó como un gran cierre, mientras que Sueiro no escatimó en elogios y afirmó que había sido “sencillamente espectacular”, destacando el arrojo, el compromiso y la perfección casi absoluta del número. No dudó en pronunciar su palabra más esperada: “Soberbio”, el segundo y último de la noche.

Tras tanta emoción, llegó el momento de las decisiones difíciles. Las presentadoras Jimena Gallego y Gil Marie subieron al escenario para anunciar los resultados de la votación, que en esta ocasión superó el millón de votos, una cifra que demuestra la pasión del público por la competencia. Los votos favorecieron a Sheila, mientras que Santiago resultó ser el eliminado de la noche, en un desenlace que generó sorpresa y tristeza entre los presentes. Acto seguido, se revelaron los nuevos nominados: Gustavo, Gala y Alexis. En la votación en vivo, el público decidió salvar a Gustavo, dejando a Gala y Alexis en la cuerda floja hasta el próximo sábado, cuando se conocerá cuál de los dos deberá despedirse de la competencia. Ambos, al ser entrevistados, confesaron sentir miedo por la incertidumbre, pero también gratitud por la oportunidad y el apoyo que han recibido del público durante su paso por la competencia.

Objetivo Fama continúa su curso todos los sábados a las 8 de la noche desde el Centro de Bellas Artes de Caguas, transmitido por Telemundo Puerto Rico y por Estrella TV en Estados Unidos, con una promesa que esta sexta gala confirmó con creces: la música tiene el poder de unir generaciones, despertar recuerdos, inspirar sueños y regalarnos noches que, más que programas de televisión, son auténticas celebraciones de vida.

